El Atlético de Bucarest

“¡Jugamos en casa!”, proclamó con ironía Diego Pablo Simeone en la sala de prensa del estadio Nacional de Bucarest, donde este martes (21.00, Movistar Liga de Campeones), el Atlético y el Chelsea se miden en la ida de los octavos de final de la Champions. La imposibilidad de que los vuelos procedentes del Reino Unido aterricen en suelo español ha llevado el duelo hasta la capital rumana. Desde que se supo que el encuentro no podría disputarse en Madrid, el mensaje del entrenador y del vestuario ha sido uniforme sobre este exilio forzoso. “No hay que gastar ni fuerzas ni energías en algo que no depende de nosotros”, dijo Savic. Después, Simeone apoyó las palabras del defensa montenegrino, aunque no negó la incomodidad del desplazamiento. “Nosotros hemos hecho un desplazamiento de cuatro horas y el Chelsea de seis”. Solo el valor definitivo de los goles fuera de casa en caso de empate rompe la sensación de campo neutral que rodea al encuentro.

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