La Administración estadounidense decidió fumigar las instalaciones de la Casa Blanca tras la marcha de Donald Trump. Así, horas antes de que Joe Biden ocupara la residencia presidencial, un equipo de operarios se dedicó a nebulizar desinfectante por las estancias. La semana pasada, los británicos veían cómo su primer ministro, Boris Johnson, se esmeraba con afán en la limpieza del asiento de una silla. Un año después de que un nuevo coronavirus sometiera al mundo, se toman demasiadas medidas de cara a la galería. Es el “teatro pandémico”, como lo definió en abril de 2020 la investigadora Zeynep Tufekci en un artículo en el que criticaba acciones inútiles y hasta contraproducentes, como cerrar los parques.
