Las elecciones catalanas han dado un giro inesperado a la política española. La guerra sin cuartel entre el PSOE y el PP de los últimos meses ha dejado paso ahora a una intensa negociación para pactar el Poder Judicial, RTVE, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo. Y la batalla se ha desplazado al interior del Gobierno. Unidas Podemos, apoyado por ERC y Bildu, marcó el martes una clara línea roja: no aceptará una ley de vivienda que no incluya límites a los aumentos del alquiler. El grupo de Pablo Iglesias, que lanzó un aviso al PSOE, vigila también el pacto con el PP en el Poder Judicial para no quedarse fuera.
