A priori, la respuesta a esta cuestión sería no. Suena lógico que, si se pasa más tiempo en casa, el consumo aumente, las facturas se disparen, y el llegar a fin de mes se haga más complicado. Sin embargo, sí es posible gastar menos. Para ello hay que cambiar algunos hábitos, aprender otros y saber priorizar. Reducir el consumo descontrolado es responsabilidad de todos. Ahora somos más conscientes de que el mal uso de la energía repercute en nuestro presente y en nuestro futuro. El uso de la energía eléctrica ha aumentado durante la pandemia y es fundamental consumir energía de manera eficiente. Ahora se pasa más tiempo en casa y es necesario que la factura no aumente. Para ello se pueden tomar algunas medidas básicas que optimizan el consumo.
