El ministro del Interior de Colombia, Luis Fernando Velasco (Popayán, 58 años), tiene sobre sus hombros varios retos mayores: reconstruir la gobernabilidad legislativa de un Gobierno que dinamitó su coalición legislativa hace seis meses, construir una relación menos ríspida con los alcaldes y gobernadores que serán elegidos el 29 de octubre, reducir los recientes problemas de seguridad en todo el país… Atiende a EL PAÍS en una fría y clásica oficina en la sede La Giralda, una casona de fines del siglo XIX en el centro de Bogotá, a pocos pasos del Palacio de Nariño y del Capitolio, minutos antes de ir justamente al Congreso a presentar el proyecto de ley que aterrizará uno de los pocos logros legislativos de sus cinco meses en el cargo: la reforma constitucional que crea la jurisdicción agraria, aprobada con el apoyo de la oposición.
