El éxito televisivo se encuentra a menudo en el lugar más insospechado. Vale, es verdad, era difícil empezar esta reflexión con una frase hecha más obvia. Pero esa es la manera perfecta de explicar un proyecto tan atípico como #Luimelia. Una serie que más que una serie es un fenómeno entre el culto y la pasión. Incluso sin ser de grandes romances ni de culebrones pastelosos —y aunque no hayas visto ni un capítulo de Amar es para siempre—, este es el descubrimiento que necesitaba una vida llena de dramas pandémicos y series demasiado serias y presuntuosas.
