Joe Biden, que asumió la presidencia de Estados Unidos hace poco más de un mes, ha tomado esta semana dos importantes decisiones —ambas acertadas— en una de las zonas más complejas del escenario internacional como es Oriente Próximo. La publicación por parte de la CIA de un informe que vincula al hombre fuerte de Arabia Saudí, el príncipe Mohamed bin Salmán, con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi —secuestrado, asesinado y descuartizado en el consulado saudí de Estambul en 2018— es una notable advertencia sobre la importancia que EE UU va a otorgar al respeto de los derechos humanos independientemente de la importancia de sus socios. Biden subrayó este concepto en una conversación telefónica con el rey saudí.
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