El pasado año fue una carrera de obstáculos para las empresas de la que pocas salieron indemnes y es casi imposible salir sin rasguños cuando el mundo se cierra a cal y canto durante casi tres meses y luego la actividad funciona a medio gas, siempre mirando de reojo las estadísticas de contagios por coronavirus. Durante el último mes, los primeros espadas empresariales españoles han presentado los resultados de 2020. Y su balance se asemeja más a un parte de guerra que a otra cosa. “Ha sido uno de los años más difíciles de nuestra historia”, reconocía Ana Botín, presidenta del Banco Santander; “Nos hemos enfrentado a un escenario sin precedentes”, admitía Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol; “2020 no se parece a nada que hayamos conocido en nuestros 65 años de historia; no hay comparable posible”, subrayó Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá Hotels.
Las cúpulas empresariales moderan sus sueldos
Al poco de decretarse el confinamiento en marzo de 2020, fueron muchas las compañías que prometieron recortar los emolumentos de consejeros y directivos debido al destrozo económico y social que ya se barruntaba que iba a causar la covid-19. Casi un año después, los informes de retribuciones remitidos por las empresas al supervisor bursátil (CNMV) confirman en muchos casos esa moderación salarial anunciada. Los miembros de los consejos de administración de las empresas del Ibex 35 ganaron de forma agregada 278 millones de euros, cantidad que supone un descenso del 9,2% respecto a los 307 millones que ganaron en 2019. Esta reducción se debió sobre todo al menor reparto de bonos y de indemnizaciones por despido. En el caso de los miembros de la alta dirección de esas mismas empresas la masa salarial se contrajo un 5,57%, pasando de 352 millones a 332 millones.
El consejo mejor retribuido de España en 2020 fue, con mucha diferencia, el de Acciona. La empresa constructora y de servicios pagó a sus administradores 56,3 millones. Esta cantidad se la repartieron en gran medida su presidente y vicepresidente debido al pago de un bonus interanual y a la entrega de acciones de una bodega que era propiedad del grupo. José Manuel Entrecanales recibió 35,32 millones (sin contar los 1,37 millones que la compañía ingresó a su pensión) y Juan Ignacio Entrecanales cobró 19,47 millones.
Como en años anteriores, en el ranking de los mejor pagados de la Bolsa española se encuentran José Ignacio Sánchez Galán, con 12,201 millones; la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, que entre sueldo y pensión recibió una compensación total de 8,092 millones; el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez (6,878 millones); el presidente del BBVA, Carlos Torres, y su consejero delegado, Onur Genç, con 5,4 y 4,28 millones (incluyendo aportación a sus pensiones); el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete (5,19 millones); el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino (4,86 millones); o el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz (3,93 millones).
Golpe para las plantillas
En el caso de las compañías incluidas en el Ibex 35, el número agregado de trabajadores a 31 de diciembre pasado ascendía a 1.187.091 personas, 87.037 empleados menos que un año antes. Entre los valores de selectivo, la plantilla media que más se recortó fue la IAG. La aerolínea donde se encuadra Iberia redujo su masa laboral en 38.678 trabajadores. Con la mayoría de los aviones en tierra tras el estallido de la pandemia, tuvo que acogerse a un ERTE por fuerza mayor.
Un caso similar ocurre en Meliá Hotels. El grupo hotelero, afectado por el desplome del turismo, fue uno de los primeros en acogerse a un ERTE en marzo de 2020. Al cierre del ejercicio, la plantilla de la empresa controlada por la familia Escarrer estaba formada por 8.474 personas, un 58% menos que un año antes.
También fue significativo el descenso de la plantilla en ACS (12.337 trabajadores menos). En el caso de la constructora este recorte laboral se vio influido por el impacto de varias desinversiones como Thiess, la filial australiana de servicios mineros.
La digitalización, el teletrabajo y el cierre de oficinas ha acelerado también el recorte de las plantillas de los bancos. En total, en las entidades financieras del Ibex 35 trabajaban al cierre del pasado curso 10.464 personas menos que en 2019. Bankinter fue el único banco que aumentó su fuerza laboral (330 personas) y el Banco Santander el que sufrió el mayor recorte (7.223 empleados).
A pesar de este descenso, la entidad presidida por Ana Botín es la compañía cotizada que más gente emplea (193.891 trabajadores de media en 2020), seguida por ACS (181.699) e Inditex (156.240 personas al cierre de su primer semestre).