La noticia corrió como pólvora hace un par de meses. Elmer Canales Rivera, alias Crook de Hollywood, uno de los líderes de la cúpula de la Mara Salvatrucha, había sido detenido en México, bajo total sigilo y aires de misterio. No se supo mucho sobre cómo fue capturado. Se sabía de su extenso historial criminal, sus vínculos con los carteles mexicanos, que fue uno de los hombres clave en las negociaciones entre las pandillas y el Gobierno de Nayib Bukele y que Estados Unidos quería su cabeza por actos de terrorismo. El arresto fue el pasado 8 de noviembre en Chiapas, en el sur de México. No fue hasta una semana después que el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó un comunicado, en el que se señalaba de forma escueta que El Crook, miembro de los llamados “Doce apóstoles del diablo” (el órgano directivo de la Mara), ya estaba bajo custodia estadounidense tras ser entregado por agentes mexicanos en el Aeropuerto Internacional de Houston.