Una secretaria que organizaba la cita. Un chofer que iba a buscar a la joven a su casa. Un mayordomo que daba la bienvenida y servía una copa de vino. Un entorno que miraba para otro lado cuando la puerta de la habitación se cerraba. Lo que pasaba allí dentro era un secreto a voces que estalló el pasado 15 de febrero con una serie de denuncias por abuso sexual contra el escritor y filántropo mexicano Andrés Roemer. El comunicador, que construyó una carrera sustentada en múltiples premiaciones y el apoyo de amigos poderosos, enfrenta ahora una investigación de la Fiscalía y una veintena de acusaciones que se remontan hasta tres décadas atrás. Con relatos similares, las víctimas aseguran haber llegado a la casa engañadas bajo la promesa de una oferta de trabajo. Tres mujeres más se suman ahora a las denuncias y cuentan a este periódico las agresiones que sufrieron en manos del abanderado cultural de México.
