Con el 8-M a nuestras espaldas, vale la pena insistir en que la igualdad es un trabajo de todos los días. Nosotros, los hombres, debemos hacer parte activa del proceso, con nuestras reflexiones, nuestros procesos de reconstrucción. Para ello, propongo una pregunta. Complicada, lo sé; técnica, quizás. Pero necesaria: ¿vosotros, qué detergente preferís para la ropa blanca?
