Las aguas bajaban revueltas ya entre la dirección nacional del PP y los barones por el fiasco de las catalanas, pero ahora la tensión se ha disparado con dos de las presidencias autonómicas de más peso de los populares. El motivo es la renovación territorial del partido de Pablo Casado, que los jefes de Gobiernos de Castilla y León y Andalucía interpretan como un intento de restarles poder orgánico o de moverles la silla, aunque en Génova lo desmienten. Alfonso Fernández-Mañueco y Juanma Moreno plantarán cara por el control de sus regiones.
Ocho citas en marzo
El PP ha celebrado ya nueve congresos provinciales —Valencia, Alicante, Albacete, Zaragoza, Teruel, Ciudad Real, Huesca, Gran Canaria y Mallorca— y tiene previsto celebrar en marzo otros ocho congresos. Este mes, los cónclaves internos comienzan ya en comunidades gobernadas por el PP, como Andalucía —Granada, Málaga, Córdoba y Sevilla— y Castilla y León —Valladolid y Ávila—. También se celebran en las islas de Menorca, Ibiza y Formentera. De momento, solo habrá batalla orgánica en Sevilla. En el resto habrá una única candidatura.