David Rieff ha recorrido el mundo, desde Nueva York, donde nació hace 68 años, para comprobar qué hay de verdadero o impostado en la solidaridad que proclaman las naciones y hasta qué punto la desigualdad marca el estado de la civilización del siglo XXI. Ahora, confinado en su casa, ansía la hora de volver a hacer esos viajes de los que han salido ensayos en los que vuelca también su talento de reportero. Entre ellos, Una cama por una noche, El oprobio del hambre o Elogio del olvido, todos comprometidos con el drama de las guerras, el desamparo o la lucha contra el hambre. En este momento, dice por teléfono desde su casa, tiene miedo de que la pandemia confirme la desigualdad global. Sobre el dominio del mundo virtual advierte: “Ahora solo se habla con personas que piensan lo mismo que tú”.
