Crónicas de la edad ingrata

Sébastien Lifshitz (París, 1968) se hizo un nombre en la penúltima década con olvidables ficciones homosexuales como Primer verano o Plein sud, pero acabó encontrando su identidad como cineasta en el documental. El director francés lleva 10 años centrado exclusivamente en este género, donde ha experimentado una plenitud artística que confirman sus dos últimas películas: Una niña, a punto de llegar a las salas españolas tras haber sido uno de los fenómenos de 2020 en su país (fue estrenada por la cadena Arte, donde la vieron 3,5 millones de espectadores), y Adolescentes, disponible en plataformas de streaming, que triunfó en las salas francesas y ahora figura entre las favoritas para los César, que se concederán el viernes que viene.

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