La dictadura militar (1964-1985) utilizó y abusó políticamente de la figura de Pelé y de la selección brasileña. En el momento más duro del terror, la tortura y las muertes en los sótanos, el presidente Emílio Garrastazu Médici recibió al equipo tricampeón del Mundial de México 1970, para una fiesta patriótica en el Palacio del Planalto.
