La pandemia del coronavirus dificulta la alimentación de millones de personas en América Latina. Los múltiples estragos económicos de la crisis sanitaria han tenido un efecto devastador durante el último año en una región que se distingue por sus elevados niveles de informalidad. Antes incluso de que irrumpiera la covid-19, una de cada tres personas ya carecía de acceso a los alimentos necesarios para un desarrollo sano, y ahora tres estudios de Acción contra el Hambre en cuatro países –Colombia, Perú, Guatemala y Nicaragua– evidencian que la situación se ha agravado en medio de la carestía y las restricciones de movilidad.
