Nevenka Fernández y el precio de la verdad

La realidad es el resultado de un consenso del que solo te puedes excluir a cambio de pagar el precio que corresponda y que, según la época o el asunto, puede ir desde la cárcel a la horca, pasando por la multa, el exilio, el aislamiento, el escarnio público o el desarraigo, etcétera. Galileo fue condenado a cadena perpetua por disentir del geocentrismo, que era la idea dominante de los años que le tocaron vivir. Es un ejemplo, pero la historia está salpicada de personas que, por inconsciencia o principios, se empeñaron en llevarle la contraria a la autoridad competente y sufrieron por ello.

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