Este año, el aniversario de Mijaíl Serguéievich Gorbachov ha sido diferente. El martes, la fundación del antiguo presidente de la Unión Soviética abrió sus puertas a una veintena de personas invitadas a festejar su 90º cumpleaños, pero Gorbachov no estaba físicamente allí. El padre de la perestroika y la glásnost comió con nosotros on line desde una sala del Hospital Clínico Central (TSBK, en sus siglas en ruso), dependiente del Kremlin, donde permanece internado. La pantalla mediante la cual Mijaíl Serguéievich se sumó al almuerzo había sido colocada a la altura de los comensales sentados. Este recurso unificador, que prolongaba ópticamente la mesa cubierta de manjares, no acabó de fundir los dos entornos del almuerzo. El diálogo a distancia con un hombre que trasmite con el gesto, la mirada y el sentido del humor resultó insatisfactorio.
