La desinfección de cualquier superficie del hogar se ha convertido en un hábito generalizado y cotidiano. Y que ha llegado para quedarse. De hecho, tras el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, este nuevo hábito ha llenado el carro de la compra de los españoles de productos variopintos que aseguran que terminan con cualquier virus. Un paso más allá en la limpieza del hogar que ha devuelto la gloria a productos denostados como la lejía y que ha disparado el consumo de otros como los desinfectantes multiusos. Pilar Espina Manchón, directora general de la Asociación de Empresas de Detergentes y Productos de Limpieza (Adelma), asegura que “durante los últimos años se manifestaba una tendencia creciente al consumo de estos productos, pero no ha sido hasta la irrupción de la covid-19 cuando se ha producido un fortísimo incremento de la demanda”.
Gel hidroalcohólico
El poder desinfectante del gel hidroalcohólico para uso personal le ha encumbrado al primer puesto en cuanto a consumo, y eso que hasta hace poco más de un año era difícil verlo fuera de un hospital. Con unas ventas poco significativas hasta la pandemia, en 2020 su ascenso ha sido meteórico. Según Nielsen, el pasado año el consumo creció un 2.669,7% e hizo una caja de 130,7 millones de euros. “Supuso un importante tirón en las ventas, que se cifró en un 5% de la facturación en los primeros meses, pero luego se estabilizó. Además, llegaron muchas marcas que entraron en el mercado y lo colapsaron”, comenta Inés Sánchez, gerente de Casa Kiriko. Unas enseñas que, como SPB, ya lo comercializaban en la distribución con anterioridad a la pandemia. “Antes no pasábamos de tres unidades de venta al día por tienda. Ahora vendemos un 65% más”, cuenta su directora general.
Una situación que podría tener los días contados. “Probablemente estas ventas no se mantendrán en el tiempo. Cuanto todo pase, volverán a ser poco significativas”, concluye Sánchez