Colombia se acerca con expectación a un nuevo hito judicial en torno al expresidente Álvaro Uribe, quien gobernó el país entre 2002 y 2010, en el proceso que enfrenta por presunta manipulación de testigos para que declararan a su favor y lo desvincularan de las denuncias que lo relacionan con la conformación de un grupo paramilitar. La Fiscalía debe decidir esta semana si por primera vez acusa formalmente a un exmandatario colombiano por los delitos de soborno y fraude procesal, o si por el contrario pide a un juez precluir la investigación en el dilatado caso que ya mantuvo al influyente político más de dos meses en detención domiciliaria y lo llevó a renunciar a su escaño en el Senado para salir de la órbita de la Corte Suprema de Justicia.