La aprobación en el Congreso del polémico plan energético eléctrico impulsado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es en última instancia solo cuestión de números, como en la inmensa mayoría de los debates parlamentarios. Morena, el partido que sostiene al Gobierno, y sus aliados los tienen de sobra. Pero la discusión de la Ley de la Industria Eléctrica se convirtió este martes en una eterna enmienda, prácticamente punto por punto, de sus artículos. La Cámara de Diputados avaló, tras más de cuatro horas de intercambio, las líneas generales de la reforma con 304 votos a favor, 179 en contra y cuatro abstenciones. Sin embargo, decenas de diputados de la oposición y también algún representante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) presentaron más de 400 reservas para cambiar el cuerpo del proyecto, remitido por el mandatario al Poder Legislativo a principios de febrero.
