La historia del fútbol está plagada de procesos parecidos. Jugadores con un talento descomunal ya contrastado que en un momento determinado de su carrera ven frenada su proyección por diferentes razones. Surgen las dudas. Normalmente, desde el exterior, no se encuentran explicaciones lógicas a ese bajón en su rendimiento y los interesados, desde su silencio, entran en un estado de confusión que mina su productividad.
