Israel ha cumplido su amenaza y atacado a primera hora de este viernes objetivos en Irán en respuesta a la ofensiva de Teherán cinco días antes. Aunque no se conocen todos los detalles, el alcance ha sido limitado. El régimen iraní afirma haber destruido tres drones en la provincia de Isfahán, corazón del programa nuclear iraní, tras activar sus sistemas de defensa. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, ha confirmado que ninguna instalación nuclear ha sufrido daños. Un alto cargo iraní citado por la agencia Reuters ha señalado que Teherán ―que había advertido de que respondería al más mínimo golpe contra su territorio― no planea responder de inmediato porque no está claro quién está detrás del ataque, al que resta importancia. El presidente, Ebrahim Raisi, ni siquiera lo ha mencionado en un discurso a la nación. Israel, como es habitual, guarda silencio. Las primeras informaciones apuntan a una represalia moderada tras días de llamamientos internacionales a la contención.