En los últimos años, la brecha digital entre los y las adolescentes se ha reducido: a día de hoy tanto ellas como ellos pasan, de media, el mismo tiempo conectados a Internet. Lo que sí varía es el uso que hacen de la Red. Distintas investigaciones han detectado una tendencia preocupante: el número de chicas adolescentes que acceden a contenido relacionado con formas de adelgazar, autolesiones, mensajes de odio e incluso suicidio es más alto que el número de chicos adolescentes. Los datos varían dependiendo del informe, pero la tendencia que se dibuja es clara: Internet es un lugar más hostil para ellas, lo que puede repercutir en su salud mental. Los padres, que no siempre son conscientes de esta situación, tienden a restringirles el uso que hacen de Internet con la intención de protegerlas, aunque no es lo más recomendado por las expertas consultadas.
