Elegir jueces y magistrados honestos, independientes y justos será uno de los mayores retos para este año en Guatemala. Históricamente el proceso para nombrar magistrados para la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelaciones ha estado “amañado” por grupos de poder político y económico que influyen para colocar en esos puestos a jueces afines a sus intereses y les garanticen impunidad.