Un usuario de TripAdvisor lo define como “el hotel más extravagante y reaccionario del norte de Cornualles”. Lo de extravagante cae por su propio peso. Basta con verlo: es una especie de castillo medieval de juguete situado en lo alto de un acantilado de rocas negras. Un edificio de fantasía entre pueril y grotesca, con sus almenas, sus ventanales góticos, sus pendones y su patio de armas, que entusiasmaría sin duda a Tim Burton.
