El gobernador del Estado de São Paulo, João Doria, ha anunciado este jueves el endurecimiento de las restricciones para frenar los contagios y aliviar las UCI este jueves, un día después de que Brasil contabilizara 2.286 muertos, la cifra más alta de la pandemia. A partir del próximo lunes y durante 15 días, habrá toque de queda entre las ocho de la tarde y las cinco de la mañana; las escuelas estatales suspenderán las clases (solo abrirán para repartir alimentos), cerrarán las iglesias, las playas y los parques y no se jugará la liga local de fútbol. Se calcula que 4,5 millones de personas dejarán de circular por el área metropolitana de São Paulo.
