China se ha fijado un objetivo de crecimiento del 6% para este año, después de que en 2020 la pandemia de la covid-19 le obligara a renunciar a establecer una meta. La segunda economía del mundo, que aspira a convertirse en una economía desarrollada para 2035, se expandió un 2,3% el año pasado, la única entre las grandes que registró un aumento.
