Los inquilinos de la Casa Blanca tienen una ventaja enorme sobre el resto de candidatos a la hora de ganar las primarias. Incluso Joe Biden, uno de los presidentes con una popularidad más baja, ha ganado sin problemas las primarias de New Hampshire, donde quedó quinto en 2020. Lo ha hecho, además, sin bajarse del autobús: sin participar en un solo acto de campaña y sin aparecer siquiera en las papeletas. Las proyecciones de los medios estadounidenses le dan como ganador aunque el escrutinio todavía tiene mucho recorrido por delante.