Atrapados en Guatemala: el viaje suspendido de los migrantes venezolanos

Jessica se sienta en un rincón de una tienda cerrada en la concurrida Sexta Avenida de la capital, cerca del Parque Central de Ciudad de Guatemala. Busca el alivio de la sombra en este caluroso día de enero. A su lado descansan sus hijos, Carolina, de 17 años, Daniel, de siete, y Laura, de cinco, mientras observan el vaivén de la gente al mediodía. Jessica tiene 36 años y ya es abuela de Valery, una niña de seis meses que Carolina carga medio dormida en una colcha, más para resguardarla del sol que para abrigarla. El esposo de Jessica, Jorge, anda sin parar entre un semáforo y el otro, dividido entre la voluntad de pedir una ayuda económica a las personas que cruzan la calle y la necesidad de cuidarse del sol.

Seguir leyendo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *