Andrés Roemer me redujo a un par de muslos

Soporté la incomodidad de que me manoseara a cambio de una propuesta laboral que jamás llegó. Hablo, por supuesto, de Andrés Roemer. ¿Pero no es eso lo que nos pasa a todas en este país? Sobrellevar como se pueda momentos de nerviosismo, angustia y temor por algo que un hombre de poder ofrece. Parece la distorsionada moneda de cambio.

Seguir leyendo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *