Un nuevo Día Internacional de la Mujer encuentra a Chile en un punto de inflexión histórico, una de las coyunturas más significativas para el feminismo y el futuro de niñas y mujeres. Se redactará una nueva constitución que sentará las bases para un nuevo contrato social, justo cuando los impactos de la pandemia de la COVID-19 han visibilizado y agudizado las expresiones más claras de la desigualdad entre mujeres y hombres. Se abre una oportunidad que pondrá a prueba la capacidad de las mujeres, y del feminismo, de pasar de la movilización callejera a las propuestas de transformación.
