Durante el primer fin de semana del confinamiento, hace ahora un año, el director Adam Mason envió un email al productor Adam Goodman. En el asunto escribió: “¡Idea loca!”. La propuesta era rodar una película sobre la Covid-19 pero ambientada en 2024, con una mutación letal del virus y la sociedad viviendo subyugada por el ejército. Un día después, Michael Bay se sumó al proyecto como productor. Y ahora se estrena el resultado, Inmune.