Cuando allá por el 2003 Victoria Caroline Adams, más conocida como Victoria Beckham -o la Spice Girl pija si, como yo, tienes más años que un bosque-, vino a vivir a España porque su marido fichó por el Real Madrid, dijo que este país le olía a ajo. Lejos de ofenderme, me pregunto dónde debió ir a parar para que no le oliera también a cebolla, su eterna compañera de baile en esos sofritos que son la base de todo lo rico y le dan sentido al guiso, al puchero, a la salsa y, resumiendo, a todo (especialmente cuando el tomate se suma a la fiesta).
Algunos datos cebolleros
El Allium cepa de la familia Alliaceae es originaria de las zonas montañosas de Turquía, Irán, Afganistán y Pakistán, aunque su cultivo se diseminó hace muchísimo tiempo (hay evidencias desde 3.200 años a.C). Es de cultivo bianual y se adapta bastante bien a todo tipo de temperaturas y suelos, por eso se producen unos 97 millones de toneladas en el mundo, donde ocupa el tercer lugar en términos de superficie cosechada: solo le superan la patata y el tomate. Solo en España el año pasado nos comimos 329,4 millones de kilos, y somos el decimoséptimo país productor del mundo con 1.272.928 toneladas anuales: el ránking lo lidera China, con 24.775.344.