Shawn Fain, presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca para presionar a los Tres Grandes del motor de Estados Unidos. En una intervención transmitida este viernes a través de las redes sociales, Fain ha anunciado que la huelga se extiende a dos plantas de montaje adicionales, una de General Motors (GM) en Lansing (Michigan) y otra de Ford en Chicago (Illinois), que emplean a 7.000 trabajadores del sindicato. Con las nuevas fábricas, la huelga afecta a instalaciones que suman unos 25.000 empleados. El sindicato UAW tiene 146.000 afiliados en esos tres grupos en Estados Unidos.
