A principios de 2023, Anamaría Font (Anaco, 64 años) estuvo en Caracas. Regresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela después de ese agujero en el tiempo que fue la pandemia y que ha terminado siendo para muchos venezolanos que van y vienen entre países un boleto definitivo de partida. Allí se encontró con alumnas de la cátedra de Métodos de la Matemática para la Física que dictó en Venezuela desde 1989. Algunas de ellas habían asumido el relevo como docentes de esa misma cátedra. “Me hice científica gracias al entorno, viví en un momento con oportunidades y me alegró conocer a unas jóvenes a las que les di clases, muy inteligentes y motivadas”, comenta Font durante una videollamada desde Potsdam, Alemania, donde finalmente se ha instalado. La grata sorpresa con la que regresó a Alemania vino acompañada de una preocupación pulsante. “Ahora todo es muy difícil para los jóvenes en Venezuela. Ir a la universidad es casi un acto de amor o un sacrificio”.
